Fue una de las mejores experiencias del viaje...primero fue dejarnos llevar por las recomendaciones de Belén y para esa noche en casa compartimos un par de botellas. Un blanco fresco y joven y un tinto que....efectivamente No tenia nada que ver....con una variedad en extinción...la Maturana tinta...consiguen un vino lleno de aromas...no es fácil beberlo y puede que no te guste....pero merece la pena probarlo.Al día siguiente, cargamos el coche con otras variedades para tener un buen recuerdo de ésta bodega ejemplar.